No bastó lo que CUALQUIERA en su sano juicio vé y huele, ni la lamentable muerte de un menor que por error ingresó a las aguas del Rio Santiago a la altura del Salto de Juanacatlán, para que nuestras autoridades se «dieran cuenta» que este nauseabundo río esta CONTAMINADO.
Para eso se hicieron muchos y arduos estudios (Si, estoy siendo irónico…), habrá que investigar cuanto pagaron los del CEAS por tan grandioso descubrimiento….
Por primera vez la Comisión Estatal del Agua (CEA) ha realizado un monitoreo de los 262.5 kilómetros del río Santiago para determinar la calidad del agua. Los resultados confirma lo que la población ya sabe de oídas: que el afluente está contaminado por encima de los límites permisibles por descargas de aguas residuales municipales y de origen industrial o rural, por coliformes fecales y por metales pesados solo en algunos puntos específicos.
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Ok, ahora ya que lo saben nuestras autoridades, queremos plantas de tratamiento y CASTIGOS REALES a las industrias responsables.
