Por la importancia actual que este caso tiene, les comparto esto que me encontré en CNN Expansión:
La mayoría de tus empleados quiere ver los partidos, ¿cómo debiera reaccionar la empresa frente a la fanaticada?
Yo sé muy poco de futbol. Sólo entiendo que:
a. es un buen negocio, y
b. apasiona a casi todas las personas que conozcoEstos dos hechos me bastan para predecir lo que sucederá en las empresas durante el próximo campeonato mundial.
Escenarios futbolísticos de oficina
1. Empresa con empleados fanáticos hard core
Esta corporación reúne a la verdadera fanaticada, los que se ponen el jersey de la selección (y no se la quitan aunque nos hayan goleado), gritarán cual director técnico y seguramente no les importará zamparse una bolsa de papitas a las nueve de la mañana, con tal de “darle sabor al encuentro”. No se perderán ningún encuentro y tampoco el análisis del análisis de la repetición del mejor ángulo gol en nuestra contra (me pregunto si en el fondo no es más que la esperanza de que en esa última repetición el balón se desvíe)2. Empresa con empleados futboleros soft
En este caso, la organización cuenta con un copioso grupo de aficionados al “juego del hombre”. Seguramente algunos serán de la corriente hard, pero se compensa con otros más reservados. Aunque no tengan matracas en el escritorio, gritarán de desesperación cuando fallemos un penal. Atenderán a todos los partidos de México y a los de las potencias mundiales3. Empresa mixta: fanáticos en todos los grados y algunos anti futbol
Para este grupo de empleados los partidos de la selección son importantes y procurarán estar al tanto. No faltará el amargado que echará a perder el momento diciendo: “…. Para los tres partiditos que vamos a jugar…”¿Qué hacer?
Seamos realistas. Tus empleados quieren ver, escuchar y sentir el mundial. Entonces ¿les permitimos que atiendan el espectáculo o mejor lo prohibimos?
Si adoptas la postura rígida de la prohibición, es probable que generes un incremento en el ausentismo así como una baja en la productividad de quienes asistan (que seguramente buscarán medios alternativos para estar enterados: radio, celulares, Internet). Incluso la medida podría tomarse como agresiva e intolerante. ¡Vamos! México inaugura el Mundial.
Si te inclinas por permitirlo, pienso que sería sano poner reglas muy claras: qué partidos se podrán ver, a través de cuáles medios, en qué horarios y en qué lugar. Todo ello para evitar que se haga mal uso de los recursos de la empresa y sobretodo, que algunos abusen de la medida. Puede ser la opción más válida porque demuestra la sensibilidad de la empresa para dar un trato diferente a sus empleados.
¿Y la productividad?
Otro de los hechos que he aprendido sobre el futbol es que mueve pasiones. Esto me preocupa de sobremanera.
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Por mi parte yo lo veré en mi cel 😉