Últimamente me a estado tocando ir a recoger a la escuela primaria a mi pequeño hijo, y es cosa de TODOS los días el espectáculo que hacen las mamás al ir a recoger a sus hijos a la escuela… Rompiendo «n» número de veces ya no se diga el reglamento de tránsito, sino las más elementales reglas de cortesía personal.
De plano, ya preferí estacionar mi auto a una cuadra de la escuela, caminar a la puerta del colegio recojer a mi muchachito y contemplar un rato el «gracioso ballet» de grandes camionetas atoradas y de mamás exasperadas 😀
Hablando de eso, recuerdo que frecuentemente me sucede voy por las calles en mi auto (Un pequeño Ikon) y resulto víctima del penosamente «clásico» laminazo por parte de los conductores, pero sobre todo de las CONDUCTORAS de sendas camionetotas. 👿
Aunque mención aparte merecen nuestros amables y concientes conductores, de los limpios y excelentes camiones del transporte público de la ciudad, ellos si que saben lo que es creerse los reyes de las calles…
Definitivamente creo que, el uso de enormes vehículos tiene una relación inversa con el respeto a los demás….
Es feo, pero es cierto.
cierto, muy cierto, y no basto solo eso…
muchos conductores nos engrandecemos al estar, tan solo, arriba de cualquier vehiculo, tenemos una maquina a nuestros pies, y los peatones estan en desventaja… salvence quien pueda
ah, y esas inches camionetas, como no dejan ver nada hacia adelante, si hay un atasco, etc …tambien los inches vehiculos con vidrios polarizados…